Si quieres trabajar como vigilante de seguridad, una de las cosas que tendrás que superar son las pruebas físicas que convoca periódicamente el Ministerio del Interior de España. Estas evaluaciones son fundamentales ya que determinan tu habilidad para llevar a cabo ejercicios de resistencia, fuerza y velocidad, lo que puede ser crucial en la planificación de tu rutina de entrenamiento.
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La capacidad de superar estas pruebas indica un nivel óptimo de condición física, lo que puede servir como una base sólida para establecer metas realistas de condición física y diseñar un programa de ejercicio personalizado. En este este artículo te vamos a explicar en qué consisten estas pruebas, cómo puedes prepararte para ellas y qué beneficios tiene hacerlo.
Pruebas físicas: Vigilante de seguridad
Las pruebas de vigilante de seguridad son una parte del proceso selectivo que se realiza para obtener la habilitación profesional que te permite ejercer esta actividad. Según las regulaciones de seguridad privada, es necesario tener la ciudadanía española o de uno de los Estados miembros de la Unión Europea para desempeñarse como vigilante de seguridad.
También será necesario ser mayor de edad, tener el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria o equivalente, no haber sido condenado por delito doloso ni inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas, tener la aptitud psicofísica necesaria y superar las pruebas de aptitud que se convoquen.
Las pruebas de aptitud se dividen en dos partes: una prueba física y una prueba teórica que consiste en un examen tipo test sobre los conocimientos que se imparten en los cursos de formación específica para vigilantes de seguridad y que abarcan materias como seguridad privada, derecho penal, derecho procesal, derecho administrativo, derecho laboral, primeros auxilios, armamento y tiro, defensa personal y protección contra incendios.
Ejercicios en las pruebas físicas de vigilante de seguridad
Las pruebas físicas en seguridad privada consisten en la realización de varios ejercicios que varían según el sexo y la edad del aspirante, y que tienen como objetivo medir su capacidad para desempeñar las funciones propias del puesto. Los ejercicios que se realizan son los siguientes:
- Potencia del tren superior: flexión de brazos en suspensión pura en una barra fija (para hombres) o lanzamiento de balón medicinal de 3 kg para los hombres y 2 kg para las mujeres y hombres mayores de 40 años.
- Potencia del tren inferior: salto vertical.
- Velocidad: carrera de 50 metros lisos.
- Resistencia: carrera de 1.000 metros lisos.
Para cada ejercicio se establecen unas marcas mínimas que hay que igualar o superar para ser declarado apto, todas detalladas en el BOE. Por ejemplo, para un hombre de entre 18 y 25 años, las marcas mínimas son:
- Flexión de brazos: 4 repeticiones.
- Salto vertical: 43 cm.
- Carrera de 50 metros: 8 segundos.
- Carrera de 1.000 metros: 4 minutos y 10 segundos.
Para realizar la evaluación física de seguridad privada, se requiere un certificado médico que certifique que el solicitante cumple con los requisitos físicos necesarios para completar los ejercicios.
Tabla de pruebas físicas para vigilantes de seguridad
Para prepararse para las pruebas físicas es conveniente seguir un plan de entrenamiento específico que mejore las cualidades físicas requeridas. Un ejemplo genérico de plan de entrenamiento podría ser el siguiente:
- Lunes, entrenamiento de potencia del tren superior. Se pueden hacer ejercicios como dominadas, fondos, press banca o remo con pesas o bandas elásticas. Se recomienda hacer entre 3 y 5 series con un peso moderado y un número de repeticiones cercano al exigido en la prueba.
- Martes, entrenamiento de potencia del tren inferior. Se pueden hacer ejercicios como sentadillas, zancadas, saltos o peso muerto con pesas o bandas elásticas. Se recomienda hacer entre 3 y 5 series con un peso moderado y un número de repeticiones que permita mantener una buena técnica.
- Los miércoles son perfectos para el descanso activo, y se recomienda encarecidamente participar en actividades de baja intensidad como pasear, nadar, andar en bicicleta o hacer yoga.
- Jueves, entrenamiento de velocidad. Se pueden hacer series de sprints de diferentes distancias (desde 10 hasta 100 metros) con una recuperación completa entre ellas. Se recomienda hacer entre 6 y 10 series con una intensidad máxima y un descanso de entre 2 y 5 minutos entre series.
- Viernes, entrenamiento de resistencia. Se pueden hacer series de carrera continua de diferentes duraciones (desde 5 hasta 20 minutos) con una recuperación parcial entre ellas. Se recomienda hacer entre 3 y 5 series con una intensidad moderada-alta y un descanso de entre 1 y 3 minutos entre series.
- Sábado, descanso activo o simulacro de prueba. Se puede repetir la actividad del miércoles o hacer un ensayo de la prueba física, realizando los ejercicios en el mismo orden y con las mismas condiciones que el día del examen.
- Domingo, descanso total. Se debe aprovechar para relajar el cuerpo y la mente, hidratarse bien y dormir lo suficiente.
Este plan se puede modificar según las necesidades y preferencias de cada uno, siempre respetando los principios básicos del entrenamiento: progresión, especificidad, individualización, variación, sobrecarga y recuperación.
Preparación para las pruebas físicas del examen de seguridad privada
Prepararse para las pruebas físicas tiene muchos beneficios, tanto para superar el examen como para mejorar la salud y el bienestar general. Algunos de estos beneficios son:
Aumentar la confianza y la autoestima
Al ver los progresos que se hacen con el entrenamiento, se refuerza la seguridad en uno mismo y se reduce el estrés y la ansiedad ante la prueba.
Mejorar el rendimiento físico
Al entrenar las cualidades físicas requeridas, se mejora la capacidad para realizar los ejercicios con mayor facilidad y eficiencia, lo que aumenta las posibilidades de superar las marcas mínimas.
Prevenir lesiones y enfermedades
Al mantener una actividad física regular, se fortalecen los músculos, los huesos, las articulaciones y el sistema cardiovascular, lo que previene lesiones musculoesqueléticas y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida
Al hacer ejercicio se liberan endorfinas, que son unas sustancias químicas que producen sensación de felicidad, se mejora la calidad del sueño, la concentración, la memoria y la creatividad.
Cómo superar las pruebas físicas de vigilante de seguridad
Una de las pruebas físicas para el vigilante de seguridad es el lanzamiento del balón sostenido con ambas manos. El sujeto debe sostener el balón con ambas manos, palmas al frente, y lanzarlo lo más lejos posible desde una posición vertical con un brazo totalmente extendido.
El balón debe ser de 3 kg para los hombres desde 40 años y de 2 kg para las mujeres y los mayores de 55 años. El sujeto debe acreditar la distancia alcanzada con una marca en el suelo y no debe levantar los talones ni saltar al lanzar el balón. Esta prueba mide la fuerza explosiva del tren superior y se debe realizar con atuendo deportivo y respetando la intimidad personal de los demás participantes.
El vigilante de seguridad debe vestir un atuendo deportivo y entregar su identificación. Con los pies separados y simétricos y con el balón medicinal sujeto en ambas manos a la altura del pecho, adoptando una posición de suspensión pura.
En la ejecución de lanzar el balón medicinal hacia arriba, lo más alto que pueda, y marcar con los dedos el nivel alcanzado., el tribunal medirá la distancia entre el suelo y el nivel marcado por el vigilante. El vigilante debe repetir la ejecución dos veces más, y se tomará como resultado la mejor de las tres.
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